martes, 13 de octubre de 2009

La vida en zigzag

En la infancia jugaba con una niña vecina que ya decía que quería ser pediatra. Hoy lo es. Siempre he envidiado a quienes tienen muy claro qué quieren hacer y hacia donde va su vida. Años y años me molestó mi falta de claridad, el ir cambiando de ideas, el descubrir nuevos intereses que me alejaban del anterior. Sufría por ello, bueno en realidad no sé si sufría, pero en algún punto me parecía que mi forma estaba mal y la de la vecinita que desde la infancia sabía que quería ser pediatra y dirigió toda su vida directo y sin rodeos hacia la pediatría era lo que estaba bien, lo que se consideraría normal, la forma en que todos estábamos naturalmente preparados para actuar, menos yo.

Hasta que una vez me encontré con una mujer que cuando le mencioné esta situación me dijo:
Hay gente que transita por la vida en línea recta y otros lo hacemos en zigzag. Una forma no es ni mejor ni peor que la otra, depende de cómo somos, de cual sea nuestra forma natural de encontrar el camino.

Me sentí feliz, normal, identificada con esta mujer que también se asumía en zigzag. Yo era una más de un gran grupo tan válido como el de la vecinita.
Mientras escribo esto, me río de mi misma porque me tranquilizó el poder ser “clasificada” en una “categoría”.
Pero el concepto me sirvió y desde ese día voy alegremente en zigzag por la vida.

lunes, 5 de octubre de 2009

La Negra

Murió una mujer que cantaba, entre otras cosas, los versos de otra mujer: “Gracias a la vida, que me ha dado tanto…”

Deja un montón de momentos de alegría. Se me vienen encima los recuerdos. Y sonrío… Y me pongo a cantar.

Gracias Mercedes Sosa.

viernes, 2 de octubre de 2009

Expectativas

Imaginemos que practico un arte marcial regularmente desde hace un tiempo. Imaginemos también que un día aparece una persona nueva en las clases (desde aquí en más La Nueva). Pues ahora supongamos que en su primer día, cuando todavía no han pasado ni veinte minutos, La Nueva comenta que no logra hacer del todo bien un ejercicio y que eso la frustra.
Ahora representemos en nuestra mente la siguiente escena:
Vestuario de mujeres una vez terminada la clase.
La Nueva: - Estoy deprimida, no aprendí nada. Siento que no avanzo.
Las demás: - ……
La Nueva: - No entiendo por qué no me sale la técnica.
Una de las demás: -…¿no será porque sólo llevas una hora dedicándote a esto?

No la vimos más. Hace unos días nos enteramos que al darse de baja argumentó que en ese sitio no se aprendía nada.

Creo que nunca me había topado con un caso tan impertinente de búsqueda de gratificación inmediata.
Y yo que pensé que existía algo llamado proceso de aprendizaje… y que en la mayoría de casos, se trate de lo que se trate, requiere tiempo, esfuerzo, mucha práctica y paciencia.